Los promotores advierten también de que la confusa redacción del Pepri disuade de invertir en el centro
19/11/2025 06:30
El Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de A Coruña (Coatac) dio a conocer el lunes sus estimaciones de que la ciudad necesita, para abastecer la demanda, poner 1.125 viviendas en el mercado cada año, mientras que el número actual (según los datos del pasado año), es menos de la mitad. Esto tiene efectos inmediatos en el mercado, impulsando los precios al alza. Desde la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), su secretario general, Juan José Yáñez, advierte de que para abaratar el precio es necesario aumentar el ritmo de producción.
Las empresas constructoras tienen problemas para dar abasto a toda la demanda acumulada tras años de baja actividad, y la falta de personal cualificado supone uno de los principales obstáculos. Yáñez pone como un ejemplo de ritmo lento el desarrollo de Xuxán: “Ahora mismo está todavía a la mitad. No se puede predecir cuándo estará finalizado”. Este polígono, que nació como Ofimático, viró lentamente hacia un nuevo barrio residencial, y es la Xunta la que está impulsando la construcción de nuevos bloques. En este caso, el sector privado se queda rezagado, mientras que en otros polígonos, como el de San Pedro de Visma o Parque de Oza, en O Castrillón, avanza.
A juicio del representante de los promotores, el Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja y Pescadería se presta demasiado a la interpretación, lo que lleva a frecuentes roces con los técnicos de Urbanismo. La falta de seguridad normativa echa para atrás a muchos promotores. “El dinero es lo más miedoso del mundo”, comentan desde Aproinco. Aunque hay que señalar que no solo la normativa disuade a los promotores: los edificios son de escasa altura, y muchas veces, en el caso de la rehabilitación, los pisos son pequeños y sin garaje comunitario. A pesar de todo, los altos precios han permitido movilizar muchos edificios ruinosos en San Andrés y el Orzán.
A juicio del representante de los promotores, el Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja y Pescadería se presta demasiado a la interpretación, lo que lleva a frecuentes roces con los técnicos de Urbanismo. La falta de seguridad normativa echa para atrás a muchos promotores. “El dinero es lo más miedoso del mundo”, comentan desde Aproinco. Aunque hay que señalar que no solo la normativa disuade a los promotores: los edificios son de escasa altura, y muchas veces, en el caso de la rehabilitación, los pisos son pequeños y sin garaje comunitario. A pesar de todo, los altos precios han permitido movilizar muchos edificios ruinosos en San Andrés y el Orzán.


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